martes, 30 de junio de 2015

Para todos, ¡bienvenida la cigüeña!

Para muchas personas el tener hijos es un componente importante de su proyecto de vida.  Algunos no pueden concretar ese proyecto porque no encuentran la pareja que cumple los requisitos para ser el papá o la mamá de sus hijos, por problemas de fertilidad, porque no se encontró el momento ideal, entre otros. Las personas que conviven con VIH, así como las parejas de personas que conviven con el VIH pero que no presentan la infección (parejas serodiscordantes) también tienen en su proyecto de vida el ser padres, proyecto ante el cual nacen interrogantes como ¿es posible lograr un embarazo sin infectar a mi pareja? ¿qué alternativas costo/efectivas existen?

El escenario hay que dividirlo en dos, si el infectado es el hombre o la mujer. En los casos donde la mujer es la que presenta la infección por VIH y el hombre no, la opción más segura y efectiva es la auto inseminación en casa en el momento de la ovulación. En los casos donde el hombre es el que presenta la infección, la opción ofrecida hasta el momento es el lavado de esperma más inseminación intrauterina o fertilización in vitro, la cual es una opción segura pero muy costosa, por lo que el acceso a la misma puede ser complicado (1).
Ante esta situación, el grupo de Risa M. Hoffman de la Universidad de California (2), diseñó con base en los resultados de los estudios de terapia antirretroviral como profilaxis pre exposición realizados con tenofovir/emtricitabina (3–5) un modelo matemático  para evaluar los posibles desenlaces del uso de esta terapia en parejas serodiscordantes (hombre infectado con VIH)  con deseo de concebir. En el modelo se asume como escenario ideal que el hombre se encuentra en terapia antirretroviral con carga viral indetectable y que las relaciones sexuales no protegidas con preservativo son únicamente durante la ventana de la ovulación (3 días, 1-12 actos sexuales). El escenario sub óptimo que también se analizó fue el de relaciones sexuales no protegidas en el transcurso de todo el mes (1-60 actos sexuales),  hombre  en una fase avanzada de la enfermedad sin terapia antirretroviral y mujer sin terapia antirretroviral como profilaxis. En las probabilidades también se tuvo en cuenta la edad de la mujer.

martes, 23 de junio de 2015

Trasplante fecal (no es broma) en C. difficile

"El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder.
— Mierda."
Gabriel García Márquez.


Sería muy extraño, aunque no imposible, encontrar un colombiano en la generación de los ochentas que no haya leido esta novela en el bachillerato. Incluso, podríamos decir que todo colombiano recuerda casi textualmente el final de "El coronel no tiene quién le escriba" por la alta fuerza de su lenguaje; todos recordamos además la pregunta de su esposa, "...mientras tanto qué comemos..." pero en ese entonces no nos imaginamos que podría ser la respuesta a varias preguntas en problemas crónicos y/o recurrentes en la salud, más cuando una advertencia en la niñez para no comer algo era decirnos "cochino, caca, eso no se come".

En el campo de las enfermedades infecciosas nuestra comprensión de la relación con nuestra flora intrínseca se ha hecho cada vez más rica y compleja, hasta llegar al elegante concepto de microbioma. Y en el estudio del microbioma intestinal, ya no simplemente flora endógena, hemos aprendido que su alteración y la pérdida de su diversidad es un factor de riesgo para la infección por Clostridium difficile. Hay buenas revisiones sobre la epidemiología de esta patología (como esta) y de cómo el uso de antimicrobianos predispone a esos cambios del microbioma que favorecen el paso inicial que es la colonización por el bacilo. Ente los antibióticos que siempre recordamos está la clindamicina, pero en realidad todos los antimicrobianos están implicados, aunque ahora los más asociados son las quinolonas.

viernes, 19 de junio de 2015

Ecocardiograma trans-esofágico para bacteriemia por S aureus: Aportes del estudio PREDICT

Staphylococcus aureus, un patógeno frecuente y letal ha penetrado en la rutina diaria del infectólogo. La decisión de solicitar un Ecocardiograma Trans-Esofágico (ETE) para TODO paciente con bacteriemia por Staphylococcus aureus (BSA) es una recomendación respaldada por muchas guías clínicas pero aún blanco de intenso debate. La idea es diagnosticar a tiempo esa subpoblación — estimada entre 5 - 15% — de pacientes con BSA que presenta concomitantemente Endocarditis infecciosa (EI).

La EI puede ser el foco primario de infección o la manifestación de una complicación secundaria a bacteriemia prolongada por S. aureus. De acuerdo a estudios retrospectivos, el riesgo de EI parece aumentar en casos en los cuales la infección es adquirida en la comunidad (comparado con casos adquiridos en el ambiente nosocomial), la presencia de dispositivos intra-cardiacos y en casos de bacteriemia prolongada.

No obstante, existe un sub-grupo importante de pacientes con BSA con riesgo bajo para EI. Seguramente, en este grupo de pacientes, se podría obviar la necesidad de ETE. Así, identificar un grupo de pacientes con bajo riesgo para EI sería de gran utilidad clínica, disminuyendo el costo de atención de una manera segura.

lunes, 8 de junio de 2015

Ante la reanimación cuide su ABC, ¿el antibiótico va con la A?

La sepsis, especialmente en sus formas graves como el choque,  es universalmente temida y reconocida como la reina de la muerte, a la cual se rinden héroes o fuertes guerreros como Kahl Drogo en Juego de Tronos. Al ser la sepsis secundaria a un proceso infeccioso, el primer acto reflejo es considerar el tratamiento antibiótico (carbapenémico y combinado con glicopéptido mucho mejor) como el gran salvador y primer arma a utilizar. Pero este razonamiento tan lógico a primera vista, ¿siempre es cierto?  Y segundo  ¿en qué evidencia se fundamenta?
Según la literatura, la sepsis tiene una mortalidad atribuible del 30 al 47%, lo que ha llevado al esfuerzo de realizar guías y recomendaciones direccionadas a disminuir estas cifras. Las recomendaciones más  reconocidas a nivel mundial son las publicadas en la campaña Sobreviviendo a la Sepsis (1), donde con base en la mejor evidencia disponible se recomiendan los siguientes grandes pasos a realizar en las primeras tres horas para la reanimación exitosa de un paciente séptico:
1- Medir  lactato.
2- Obtener cultivos de valor clínico previo  a la administración de antibióticos.
3- Administrar  antibióticos de amplio espectro durante la primera hora de reanimación.
4- Administrar cristaloides 30 ml/kg si hay hipotensión o lactato > 4 mmol/L.

miércoles, 3 de junio de 2015

La capitana de los hombres de la muerte

“The most widespread and fatal of all acute diseases, pneumonia, is now Captain of the Men of Death.”

Sir William Osler


Pocas expresiones de sabiduría, popular o no, son más recurrentes y poderosas que el aforismo. Una frase corta, de alto valor simbólico, que permite transmitir en esencia valores abstractos de manera conmovedora y efectiva. Al aforismo se le pueden dar muchos nombres dependiendo del contenido, empezando por el refrán (popular), proverbio (filosófico y religioso), aforismo (múltiples campos del conocimiento) y de forma más moderna y contemporánea, tuit o trino (puro desparche).

Uno de los libros más impactantes en el surgimiento de la Medicina técnica fue precisamente Aforismos, atribuidos a Hipócrates, muchos de los cuales siguen siendo citados. Pero el gran aforista médico de nuestros tiempos, es decir, dos siglos para acá, es Sir William Osler. A este hombre se le considera, y no en vano, el padre de la medicina interna moderna y muchos de sus aforismos siguen repitiéndose en las facultades de medicina, en los hospitales y en los blogs, como este. Y lo traemos a colación porque uno de ellos, elegido como epígrafe, nos recuerda que la neumonía, pese a la terapia antibiótica sigue siendo la primera de las causas de muerte de naturaleza infecciosa, y con el advenimiento de la resistencia bacteriana (de la que hablamos aquí) tiene cada vez más retos que resolver.

La expresión de Osler hace referencia a que la neumonía está tomando el lugar de la tuberculosis, que era hasta ese entonces el Capitán de los hombres de la muerte (frase derivada de un poema de John Bunyan, llamado de The Life and Death of Mr. Badman, en donde se le llama a la tuberculosis el Capitán Consunción, “Captain Consumption, with all his men of death” más detallado aquí). Sobre la neumonía se han hecho muchos tipos de avances desde el diagnóstico mediante el advenimiento de la roentgenografía, el uso de terapia antibiótica que permitió cambiar la mortalidad, el desarrollo del tubo de toracostomía que permitió manejar una de sus temidas complicaciones, como es el empiema, el reconocimiento microbiológico de los gérmenes intracelulares, durante mucho tiempo llamadas neumonías atípicas, y el desarrollo de estrategias de monoterapia vs combinación (como el CAP START, descrito aquí), pero quizá en la prevención era donde teníamos más problemas.