Mostrando las entradas con la etiqueta enfermedades desatendidas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta enfermedades desatendidas. Mostrar todas las entradas

martes, 2 de febrero de 2016

Sin repelente ni pío.

Tomada de la página en Facebook de la Asociación Nicaragüense de Infectología.
¡Feliz año 2016! Durante la semana pasada a través de @blog_infecto en tuiter estuvimos recordando todas las 32 entradas de 2015, viendo que este esfuerzo fue una interesante excusa para escribir un poco de esos hallazgos llamativos en las revistas, para abordar temas en los que se quiere llamar la atención, o desahogarse en una que otra entrada. Además, fue muy llamativo al ver en el recuento de los 10 artículos más interesantes del 2015 en el área de las enfermedades infecciosas, tres fueron directamente abordados por este blog. Agradecemos las lecturas y los comentarios de todos, teniendo en cuenta que desde la primera entrada en enero de 2015 hasta la fecha, hemos tenido más de 11000 visitas al blog, sin contar con las menciones en tuiter, ni con quienes compartieron nuestro material en Facebook. Así que, ¡muchas gracias a todos!

Y después de unas semanas de receso volvemos al aire. Y si bien el 2016 pinta nuevo trae sin ningún descaro ni remordimiento afanes que en el 2015 dejamos quietos viendo como llegaban y se apoderaban del ambiente.

Hace poco en Twitter estuvo en boga la etiqueta “especialidad médico quirúrgica en seis palabras” (#specialtiesin6words) y una de las mejores definiciones correspondió a salud pública:






Y sí , los mosquitos no trajeron cosas buenas. Después del dengue, peligroso y letal si no se trata adecuadamente llegó el Chikungunya, más intenso que la fiebre rompe huesos, y dada la explosión que presentó con mayor riesgo de secuelas a futuro, sin olvidar algunas mortalidades en paciente sin comorbilidades evidentes. Y para cerrar con broche de oro llega el virus Zika, aparentemente de menor duración, molesto pero no tanto como los otros. Junto con la fiebre amarilla, los Aedes parecen ser los caballos que montan estos 4 jinetes del apocalipsis…

viernes, 20 de noviembre de 2015

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

“Y aún sueño que pisa la hierba
caminando espectral entre el rocío
atravesado por mi canto alegre.”
Yeats

Quizá uno de los libros más interesantes que he leído en la vida es de la Tierra a la luna, de Julio Verne, no sólo por la maravillosa narrativa que emplea, sino por como la historia (y en este caso, es decir, la ciencia) siguió muchos de los pasos del razonamiento de Verne, y de esta forma Cabo Cañaveral está emplazado donde Verne lo previó. Junto con Asimov son hombres (que pena que no incluya mujeres, tengo mucha lecturas pendientes en todas las áreas de la literatura) que no sé si vieron el futuro o crearon con su imaginación el futuro que hoy vivimos, nada más uno lee todo lo que se imaginó con Multivac (mejor conocida como Google) o toda la trilogía de la Fundación.

La robótica (término inventado por Asimov) ha sido una fuente interesante de delirios literarios, uno de los cuales fue llevado al cine como Blade Runner (lo siento, también mi deuda con el cine es gigante) y parte de una novela cuyo título evoca muchos de los interrogantes que genera la inteligencia artificial, y que se aprecia también en la película “Yo Robot” (esa sí me la vi) basada en el libro homónimo de Asimov, si la inteligencia funcional puede marchar hacia otras partes y abrir horizontes inesperados.

El cine ha explorado límites terroríficos en el área de la ciencia ficción, a veces tomando como inspiración las enfermedades infecciosas humanas. ¿A nadie más le parece que Alien no es una versión libre de lo que es una parasitosis, una helmintiasis? Esa cabeza con una doble corona de dientes, ¿no les recuerda ni un poquito la cabeza con ventosas, rostelo y ganchos de las tenias? Dejan huevos, eclosionan larvas que se alimentan de su hospedero, bueno, al menos las tenias no rompen el pecho de su víctima para salir, eso es cierto. Pero por aterrador que sea , no deja de ser una ficción basada en una realidad más o menos conocida.

martes, 15 de septiembre de 2015

Mano firme, corazón grande, (pulso arrítmico)

En esta entrada hablábamos de las enfermedades desatendidas, muchas de las cuales pertenecen a esa categoría cada vez más obsoleta de las enfermedades tropicales, que en muchas ocasiones son en realidad enfermedades de la pobreza. Sin embargo, la enfermedad de Chagas tiene muchos elementos que la han hecho aún más desatendida: es crónica, tiene un periodo de latencia larguísimo y está confinada a áreas rurales en la que cuando consultan los pacientesya estarde para intentar algo... Pero eso ha cambiado, si bien la enfermedad sigue poderosamente asociada a escenarios rurales, la larga latencia permite que ese infectado se establezca en las ciudades en las olas migratorias cada vez más frecuentes de manera tal que sea cada vez más visible, bien sea como causa de trasplante cardiaco o de inserción de marcapasos.

Como infectólogo mi relación con el Chagas es un tanto de espectador, un tanto de ansiolítico, aunque este aspecto algo ha mejorado. Sin embargo, no olvido como iniciando mis labores de infectólogo graduado llegaban a mi consulta pacientes remitidos con un certificado de un hemocentro o banco de sangre en la que se leía que tenían ELISA para Chagas positivo, y una llamada telefónica, una citación, una reunión con alguien que les informaba que el Chagas es mortal y que si no los veía el infectólogo y les iniciaba el tratamiento se iban a morir. Aunque la verdad, es que con o sin Chagas, con o sin tratamiento se van a morir a la vuelta de 10, 15, 50, 80 años, qué se yo.