jueves, 31 de marzo de 2016

Para hablar de sepsis: a cambiar el chip

El 23 de febrero de este año, la Sociedad médica europea de cuidado intensivo y la Sociedad Médica de Cuidado Crítico, presentaron el tercer consenso internacional de definición de sepsis y choque séptico. La necesidad de redefinir estos conceptos se derivó del mayor entendimiento de la fisiopatología de la sepsis y la importancia de predecir desenlaces como requerimiento de hospitalización en unidad de cuidado intensivo (UCI) y probabilidad de muerte. En el consenso participaron especialistas en cuidado crítico, infectólogos, neumólogos y cirujanos.

El primer objetivo de la nueva definición de sepsis es restringir el término a pacientes con infecciones complicadas, entendiéndose como complicación alteraciones en la perfusión tisular. Por lo anterior, se define el síndrome de sepsis como una disfunción grave de órgano secundario a una respuesta inmune no controlada frente a una infección. La presencia de síndrome de respuesta inflamatoria sistémica no se considera en la definición de sepsis por presentar baja especificidad en pacientes infectados y no identificar alteraciones en la perfusión. El término sepsis grave se considera superfluo dado que con la nueva definición de sepsis se da a entender que ya existe compromiso de por lo menos un órgano vital (1).


miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Es necesario dar Trimetoprim-Sulfametoxazol en abcesos de piel? Una decisión basada en desenlaces secundarios

Las infecciones de piel y tejidos blandos comprenden (desde el exterior a el interior de la anatomía dermatológica): impétigo, foliculitis, carbunclos, celulitis ± absceso de piel y fascitis necrotizante, entre otras. De lejos, las formas no complicadas de celulitis y abscesos de piel figuran entre las más comunes siendo un motivo frecuente de consulta, tanto en la atención ambulatoria como en servicios de urgencias. En algunas latitudes, las infecciones no complicadas de piel y tejidos blandos superan a la infección urinaria y la neumonía como la principal causa de consulta de tipo infeccioso.

El manejo definitivo de abscesos de piel ha sido categóricamente definido como de manejo de quirúrgico—es decir lo que llamaremos aquí I&D: Incisión y Drenaje. Lo anterior basado en recomendación de expertos (y de lógica pensaría también), naturalmente un absceso requiere, en lo posible I&D. Este método puede ser realizado por cualquier médico en áreas donde existan condiciones para acceso de equipo quirúrgico básico y requiere en determinadas circunstancias, ayuda de anestésico local. La administración de antibiótico posterior al I&D para el manejo de abscesos de piel ha sido una recomendación controvertida. Estudios clínicos que involucraron un numero menor de pacientes han fallado hasta ahora en demostrar un beneficio clínico en pacientes sometidos a terapia antibióticas cortas (de 5 a 7 días) después de I&D (1,2).