El 23 de febrero de este año, la
Sociedad médica europea de cuidado intensivo y la Sociedad Médica de Cuidado Crítico, presentaron el tercer consenso internacional de definición de sepsis y
choque séptico. La necesidad de redefinir estos conceptos se derivó del mayor
entendimiento de la fisiopatología de la sepsis y la importancia de predecir
desenlaces como requerimiento de hospitalización en unidad de cuidado intensivo (UCI) y probabilidad de muerte. En el consenso participaron especialistas en cuidado
crítico, infectólogos, neumólogos y cirujanos.
El primer objetivo de la nueva definición de sepsis es restringir el término a pacientes con infecciones complicadas, entendiéndose como complicación alteraciones en la perfusión tisular. Por lo anterior, se define el síndrome de sepsis como una disfunción grave de órgano secundario a una respuesta inmune no controlada frente a una infección. La presencia de síndrome de respuesta inflamatoria sistémica no se considera en la definición de sepsis por presentar baja especificidad en pacientes infectados y no identificar alteraciones en la perfusión. El término sepsis grave se considera superfluo dado que con la nueva definición de sepsis se da a entender que ya existe compromiso de por lo menos un órgano vital (1).