Una de las patologías infecciosas
más frecuentes en el servicio de urgencias es la infección de piel y tejidos
blandos. En presencia de abscesos el manejo es quirúrgico con drenaje y
desbridamiento más tratamiento antibiótico cuando hay celulitis extensa,
inmunosupresión, drenaje incompleto o mala respuesta al mismo. La pregunta es
si para este tipo de infecciones, ¿dos
es mejor que un antibiótico? La pregunta nace de los resultados de la
observación del Dr. Harry Eagle en 1954 donde describió una menor
actividad bactericida de la penicilina sobre infecciones por estreptococos en
presencia de un alto inóculo debido a
que las bacterias en esta condición entran en una fase de crecimiento
estacionario. Al combinar la penicilina con antibióticos que inhiben la
síntesis proteica se observó en modelos animales de piomiositis por
estreptococos disminución en la
producción de toxinas, mejor penetración
al absceso y mayor replicación de las bacterias con mejoría en la acción de la
penicilina y glicopéptidos. Hasta el momento, no se habían descrito estudios en
humanos dirigidos a evaluar si este fenómeno tiene repercusión clínica, sin
embargo el uso de terapia combinada para tratamiento de infecciones de piel y
tejidos blandos es ampliamente utilizado.
Apuntes, preguntas, y comentarios, todo desde la óptica de un infectólogo.
lunes, 28 de septiembre de 2015
martes, 15 de septiembre de 2015
Mano firme, corazón grande, (pulso arrítmico)
En esta entrada hablábamos de las enfermedades desatendidas, muchas de las cuales pertenecen a esa categoría cada vez más obsoleta de las enfermedades tropicales, que en muchas ocasiones son en realidad enfermedades de la pobreza. Sin embargo, la enfermedad de Chagas tiene muchos elementos que la han hecho aún más desatendida: es crónica, tiene un periodo de latencia larguísimo y está confinada a áreas rurales en la que cuando consultan los pacientesya estarde para intentar algo... Pero eso ha cambiado, si bien la enfermedad sigue poderosamente asociada a escenarios rurales, la larga latencia permite que ese infectado se establezca en las ciudades en las olas migratorias cada vez más frecuentes de manera tal que sea cada vez más visible, bien sea como causa de trasplante cardiaco o de inserción de marcapasos.
Como infectólogo mi relación con el Chagas es un tanto de espectador, un tanto de ansiolítico, aunque este aspecto algo ha mejorado. Sin embargo, no olvido como iniciando mis labores de infectólogo graduado llegaban a mi consulta pacientes remitidos con un certificado de un hemocentro o banco de sangre en la que se leía que tenían ELISA para Chagas positivo, y una llamada telefónica, una citación, una reunión con alguien que les informaba que el Chagas es mortal y que si no los veía el infectólogo y les iniciaba el tratamiento se iban a morir. Aunque la verdad, es que con o sin Chagas, con o sin tratamiento se van a morir a la vuelta de 10, 15, 50, 80 años, qué se yo.
Como infectólogo mi relación con el Chagas es un tanto de espectador, un tanto de ansiolítico, aunque este aspecto algo ha mejorado. Sin embargo, no olvido como iniciando mis labores de infectólogo graduado llegaban a mi consulta pacientes remitidos con un certificado de un hemocentro o banco de sangre en la que se leía que tenían ELISA para Chagas positivo, y una llamada telefónica, una citación, una reunión con alguien que les informaba que el Chagas es mortal y que si no los veía el infectólogo y les iniciaba el tratamiento se iban a morir. Aunque la verdad, es que con o sin Chagas, con o sin tratamiento se van a morir a la vuelta de 10, 15, 50, 80 años, qué se yo.
martes, 1 de septiembre de 2015
Cuidado primario del paciente HSH, ¿tarea del médico general o quizás del infectólogo?
El paciente HSH (sigla de Hombre
que tiene Sexo con Hombres), —algunos en esta población se definen abiertamente
como gays u homosexuales, otros no, —representa diversos retos desde el punto
de vista del cuidado primario.
Esta población ha sido
desproporcionadamente golpeada por la epidemia del VIH. La tasa de infección
anual por VIH se ha incrementado por 12 % desde 2009 a 2013, con 31.000 nuevos
casos anuales en EE.UU. En zonas urbanas de Colombia, la población HSH es
mayoría en los programas institucionales de VIH-SIDA. Sin embargo, la población
HSH demanda cuidados de la salud que corresponden al médico de cuidado primario
(médico general en nuestro entorno, y en pocos programas es el médico familiar)
que van más allá de la efectiva prevención de la infección por VIH.
Más allá de creer que este es un
problema exclusivo de medicina general — además de que el cuidado primario
pocas veces funciona en nuestro medio—he aquí una oportunidad estupenda para la
intervención del infectólogo. ¿Acaso el paciente HSH, VIH negativo, con alto
riesgo de infección VIH no se beneficiaría de una visita preventiva del
infectólogo una o dos veces al año? De
seguro sería costo efectivo. En la más reciente edición del
NEJM, ha sido publicado una guía práctica para el cuidado primario del paciente HSH.
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