Si algo
permanece elusivo en medicina moderna, es la identificación del agente
etiológico involucrado en casos de Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC).
Especialmente en pacientes con NAC moderada-severa, que resultan admitidos a
servicios hospitalarios, en menos del 40% de los casos, un agente bacteriano o
viral termina siendo identificado. La No identificación del agente causal lleva
al uso indiscriminado de terapia antibiótica empírica, falta de de-escalamiento
de la terapia antibiótica inicial e incertidumbre tanto en el paciente como en el
clínico.
El viejo
y a veces olvidado “cultivo de esputo” —relativamente fácil de realizar,— tiene
muchas limitaciones incluyendo la recolección de la muestra en el tiempo
apropiado (idealmente antes del antibiótico inicial), la posible contaminación
de la muestra con flora orofaríngea, y el muestreo subóptimo (más saliva que
esputo), aun poniendo en uso todas las herramientas diagnósticas “modernas”
(hemocultivos, antígeno urinario para neumococo y Legionella, incluso PCR para virus respiratorios), sumado al uso de
procalcitonina sérica para distinción de infección respiratoria viral vs.
Bacteriana; pese a todo lo anterior, en menos del 10% de los casos se identifica
el Neumococo y entre 55-62% de los casos terminan sin reconocerse el organismo
causante de la NAC. (Ver
este estudio bastante referenciado de NEJM
2015)